Los nervios de punta

Para empezar hoy quiero recordarle al mundo (ahora que sé que me leen hasta en pakistán) las dos teorías más importantes que han salido de este blog:
La toría de las mujeres y la Teoría del Cromosoma Y (o bacroniano)

Nada, era sólo un pequeño "remember" para que no se queden en el olvido estas dos teorías de las que me siento orgullosa... algún día editaré un libro, ¡os lo juro!

En fin... ¿qué más? Ah, que tengo mucho sueño, mucho, mucho... y que me duele la cabeza... y, a parte de por el trabajo de toda la mañana, me duele por culpa de los hombres!

Pero no os penséis, no de los hombres como suelo referirme a ellos, sino de los hombres como "personajes agresivos cuando van al volante". Me cago en todo lo que se menea!
Después de un día agotador en la facultad, cojo el coche y en 20 minutos me planto en Barcelona. Con mi música, mi mundo en el coche... en fin. Total, llego al barrio.
Después de 35 minutos buscando aparcamiento encuentro un sitio! Por fin. Cojo la referencia, empiezo la maniobra y el tontolculo de detrás empieza a pitarme. Me paro en seco. ¿Estaré haciendo algo mal? Recapacito: no. Bien, eso es que ya se pone nervioso (debe ser el efecto "L" en la parte trasera del coche).
Resulta que entre maniobra y maniobra se ha armado la de Dios es Cristo en la calle, joder, tampoco he tardado tanto en meter el coche! Resultado: 5 coches a la vez pitándome, y con cada pitido yo más histérica. Ha llegado el punto que no sabía ni cómo tenía que mover el volante.
Al final han pasado todos, y cuando no había ninguno a la vista he vuelto a salir. He vuelto a tomar la referencia y lo he vuelto a intentar. Nada, he armado otro follón.

Total, que tengo una rueda del coche subida en la acera y los nervios de punta. Coño ya! Si tenéis prisa no cojáis el coche. Y si lo cogéis no jodáis a la gente hombre!