Son las 8 de la tarde de un martes cualquiera. Paseo por una calle céntrica de mi ciudad. Estoy de buen humor ya que acabo de salir de una tienda y me han entrado los pantalones de mi talla (me quedaban mal, pero entraban, que ya cuenta).
Me cruzo con mucha gente, la calle está concurrida, pero no abarrotada, se puede caminar bien. Como llego pronto a mi cita, decido recrearme mirando a la gente con la que me cruzo (es un pasatiempo que hacía mucho que no tenía tiempo de hacer). Juego a inventarme una vida para cada uno de ellos. Seguramente en muchas ocasiones la vida que les pienso es peor de la que viven (las apariencias engañan), pero seguro que a alguno le haría muy feliz vivir la vida que les estoy pensando.
Sigo caminando. El ambiente es muy variado, hay gente de muchas razas, de muchos colores, de muchas etnias, de muchos lugares diferentes, que tienen muchas vidas diferentes pero que, por alguna razón, han coincidido conmigo en la calle.
De repente el ambiente empieza a cambiar. Reparo en una chica apoyada en la pared. Debe tener unos... ¿18 años? No sé ni si debe llegar a la mayoría de edad. Por el color de piel diría que es sudamericana. "Hola mi amor, ¿qué te hago?". Es sudamericana (probablemente cubana, o no... no tengo mucha gracia para los acentos) y esa frase se la ha dicho a un hombre (cuya piel me hace pensar en un país arábigo) que la ha mirado con desprecio y le ha girado la cara.
Sigo caminando. En la siguiente manzana me cruzo con chicas vestidas con atuendos muy chillones, con colores vivos y ropa muy ajustada. Parece que esperan a alguien. Me percato de que buscan a cualquier hombre. Cualquiera es un buen candidato: el más joven (el pobre chico de 15 años se queda alucinado al recibir la proposición de la muchacha) y hasta el más viejo.
Me paro en un semáforo y justo delante mío reparo en una pareja. Ella va con un escote muy generoso, debe rondar mi edad, es muy guapa. Él... él debe rondar la edad de mi abuelo. Se le ve un hombre serio (sigo con mi juego: me atrevo a pensar que hasta tiene estudios) e, incluso, me atrevería a decir que, en su época de juventud, debería ser bastante atractivo. Están hablando, simplemente, pero la gente que pasa a su alrededor los mira con una medio sonrisa en la cara que parece decir "mira, ya tiene cliente".
Llego a mi destino. Me paro en la parada del metro y llamo a una amiga. Mientras espero que aparezca miro la carretera. Pasan muchos coches, es una hora de abundante tráfico, y la gente tiene prisa por llegar a casa. De repente me fijo en un coche, un Mercedes nuevísimo que aparca delante justo de la parada del metro. Miro a los ocupantes... dos chicos que muy probablemente sean sudamericanos. Uno lleva una camiseta de Zidane, el otro una de Ronaldinho. Se les ve contentos. Se cogen por los hombros. Uno de ellos saca un móvil y plasma ese momento. Salen del coche. La gente los mira con asombro, pero parece no importarles.
Y hasta que llega mi amiga a mi me da por pensar que el mundo es muy curioso. Que mientras unos pueden permitirse el lujo de comprarse coches caros, camisetas caras y móviles de última generación, sus paisanas sólo puedan permitirse el lujo de escoger quién va a comprarles el pedacito de alma del que se van a desprender.
5 comentaris:
uau nena!
està súper ben escrit!
sí, jo quan veig a putes que deuen tenir la meva mateixa edat o que són més joves, m'esgarrifo moltíssim... ui quin mal rotllo! "el món és una merda, bla bla bla"
con la protistución es muy fácil posicianarse cerca de las chivas como esclavas y tal, pero también existen algunas que lo hacen por no querer trabajar en nada más, ya que es un trabajo más o menos bien pagado teniendo en cuenta las horas trabajadas, pues eso que algunas optan por una vida fácil. otras sin embargo sufren las consecuencias de los chulos, mafias, etc..
Supongo que tienes razón. De hecho si puedes escoger a los clientes, puede ser hasta un trabajo agradable (imagínate que viene uno tipo Richard Gere, por ejemplo, que te soluciona la vida... aaay quin mal ens ha fet Hollywood, oi, Laia?).
Pero yo creo que las chicas con las que me crucé el otro día no lo hacían por gusto... aunque ves a saber...
M'allunyo del tema una mica, bueno, m'allunyo del tema totalment...
Sobre Hollywood i en Richard Gere:
Ai nena...
el meu únic somni peliculero és que aparegui l'home de la meva vida de darrere un arbust a les 6 del matí sortint d'una discoteca i em digui "nena et porto en braços fins a casa". Davant de tothom per a que totes es morin d'enveja!! Ai, sí, ja desperto... perdó, què deieu?
Hasta pronto! Que vaya todo bien!
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